Guerras

                                                                  Las guerras civiles


                     ¿Qué factores provocaron la guerra entre los conquistadores?


Las malas noticias procedentes del Perú obligaron a la Corona española a tomar el control de la situación. Por un lado, buscó limitar el excesivo poder de los en comenderos; por otro, bajo la influencia de Bartolomé de las Casas, reconoció la necesidad de elaborar una nueva legislación‘ que protegiera a los indígenas: las Leyes Nuevas, y de que se creara un mejor sistema de administración del territorio a través del virreinato.
Las Leyes Nuevas fueron proclamadas por el rey Carlos l en noviembre de 1542. Estas disponían la instalación de una Audiencia en Lima como máximo organismo judicial del Perú, presidida por un oidor con poderes administrativos y judiciales. La nueva legislación reconocía a los nativos como va sallos de la Corona . Como tales, no podían ser obligados a trabajar sin un salario, imponérseles tributos arbitrarios o ser esclavizados. Los españoles que cometieran esos delitos serían despojados de sus encomiendas. La legislación disponía, asimismo, que solo el rey y sus representantes estaban facultados para repartir encomiendas; al morir el encomendero, los indígenas a su cargo volvían a pertenecer a la Corona. Se advertía, además, que quienes participaran en revueltas contra la Corona serían despojados de sus encomiendas.


Las guerras de los encomenderos
Los encomenderos esperaban que el monarca español dispusiera que las encomiendas fueran hereditarias y perpetuas. Por esa razón, las Leyes Nuevas crearon una sensación de desengaño La llegada del primer virrey del Perú, Blasco Núñez Vela, y de los miembros de la Audiencia en 1544, convirtió ese desengaño en odio, ya que el virrey aplicó rigurosamente las Leyes Nuevas. Ante esta situación,los encomenderos nombraron a Gonzalo Pizarro como procurador general para que proteste contra la aplicación de estas leyes Doc. 1. Pero Blasco Núñez Vela, en lugar de dialogar con Pizarro, lo condenó a muerte, lo que originó la rebelión.La guerra le fue favorable a Gonzalo Pizarro, quien, luego de  tomar Lima, derrotó al virrey  en lñaquito, cerca de Quito, en 1546. Blasco Núñez Vela    fue capturado y ejecutado. 
La labor pacificadora de La Gasca
Tras enterarse de los problemas originados por las‘ Leyes Nuevas, la‘Corona envió a Pedro de la Gasca para pacificar el virreinato. La Gasca anunció que tenia el poder de revocar las eyes Nuevas, perdonar a los arrepentidos y entregar uevas encomiendas entre los que fueran leales al ‘rey. Esta medida fue tan exitosa que, luego de dos años, cuando La Gasca y Pizarro se disponían a enfrentarse en Jaquiiahuana (Cusco), los soldados rebeldes, fueron desertando poco a poco. Gonzalo Pizarro se entregó y fue ejecutado. Luego de su victoria, La Gasca se dedicó a reorganizar el virreinato peruano. La rebelión de Francisco Hernández Girón La Gasca no pudo cumplir swpromesa de repartir encomiendas entre quienes lo apoyaron. El poco número disponible frente a la gran cantidad de pretendientes dejó descontentos a muchos de ellos. Además, el nuevo virrey, Antonio de Mendoza, y la Audiencia decidieron restablecer la vigencia de las Leyes Nuevas, lo que originó nuevos levantamientos de los encomenderos. Elmás significativo fue el que lideró Francisco Hernández Girón. Tras la temprana muerte del virrey Antonio de Mendoza, Hernández Girón proclamó su levantamiento y prometió mejorar la situación de los colonos desfavorecidos y librar de la esclavitud a los africanos que integrasen su ejército. Con el apoyo de otros encomenderos atravesó la sierra y se acuarteló en Pachacámac los primeros meses de 1554. Luego retrocedió hacia Ica y subió a la sierra, donde venció a un ejército realista que venía del Altiplano. Sin embargo, poco después fue alcanzado por el ejército de la Audiencia en Pucará (Cusco), donde fue derrotado. Hernández Girón fue atrapado y decapitado.Esta medida garantizó la estabilidad de la naciente sociedad colonial.
Los planes de Gonzalo Pizarro
La rebelión de Gonzalo Pizarro tuvo inicialmente una gran popularidad. Incluso los oidores de la Audiencia de Lima le dieron su apoyo, y apresarpn y deportaron al virrey (liberado y luego en Tumbes). Pizarro se hacía llamar el “Gran Gonzalo” y se hizo nombrar gobernador y capitán general del Perú. Además, envió representantes ante la Corona para negociar la perpetuidad de las encomiendas y la posibilidad de una í gobernación vitalicia para el y sus sucesores. Incluso plani ficó casarse con su sobrina Francisca Pizarro, hija del con ¡ quistador y de la princesa inca lnes Huaylas Yupanqui, para lograr la legitimidad ante la población andina. Sus planes de perpetuarse en el poder y establecer una dinastía fueron percibidos por la Corona como un intento de secesión.


Los nuevos vasallos del rey
 Porque nuestra principal voluntad siempre ha sido y es de conservación y aumento de los indios, y que sean instruidos en las cosas de nuestra santa fe católica, y bien tratada como persona libre y vasallos nuestros, como lo son, encargamos y mandamos a nuestro Consejo que tenga siempre gran atención y especial cuidado sobre todo en la conservación y buen gobierno y tratamiento de dichos indios  ordenamos y mandamos que de aquí en adelante por ninguna causa de guerra ni otras alguna, aunque sea solo título de rebelión  no se pueda hacer esclavo indio alguno, y queremos sean a y tratados como vasallos de  la Corona de Castilla, pues  lo son  (Leyes Nuevas,   1542-1543/1929). 
La abolición del servicio personal
Los encomenderos no solo vivían de los tributos que les entregaba la población andina‘ a su cargo, sino que podían ser dueños de minas, ganado y tierras, donde cultivaban productos para venderlos en las ciudades‘ También podían asociarse con mercaderes y artesanos para formar “empresas comerciales”. En todas esas actividades, ilos encomenderos utilizaban, sin pago alguno, la mano de obra de los nativos a su cargo. Por esa razón, cuando se decidió Ia aplicación de las Leyes Nuevas, los encomenderos se rebelaron.



La evolución de la encomienda

La desaparición de la encomienda se debió a factores económicos y sociales. La caída demográfica, por ejemplo, disminuyó significativamente el número de indígenas, por lo que surgió la necesidad de la diversificación económica debido a la poca rentabilidad del tributo indígena. Con el paso del tiempo, las cincuenta encomiendas iniciales entregadas por Pizarro se fueron copando, y el acceso a ellas era cada vez más difícil. Luego de ser reorganizadas por el virrey Toledo, las encomiendas sirvieron de base para el desarrollo de las primeras ciudades españolas en el Perú. Sin embargo, fueron desapareciendo poco a poco, hasta que el 12 de junio de 1720 la Corona las abolió definitivamente.

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